…La noche más larga se fue adentrando en mí con la precisión de un bisturí de cirujano, e irremediablemente, el latigazo de la memoria ahuyentó al fin todo el pesar, para transformarse en escenario de palabras. No esperaba la redención con ellas, ni tampoco un marasmo de certezas añadidas a lo que ya sabía. Tan sólo dejaría que se hiciesen dueñas de cada momento, entregado a la necesaria ocurrencia de que habría de amanecer…

miércoles, 30 de mayo de 2012

Infinitivo


Ahora sólo queda dispersar las cenizas que envuelven
las fotografías, no invocar ciertas músicas,
dormir de espaldas a tu cuerpo.
Suicidar los instintos afilados, escribir adiós sin ira,
murmurar una excusa a los espejos que cuestionan 
tu ausencia y mis maneras.
Arreglar las grietas, vestir de gris el verano,
acostumbrar la mirada al porvenir,
divagar sobre las manchas de la luna.
Y brindar con la copa de los que te amaron,
para saciar la sed de animal herido
que me ahoga en esta madrugada.