…La noche más larga se fue adentrando en mí con la precisión de un bisturí de cirujano, e irremediablemente, el latigazo de la memoria ahuyentó al fin todo el pesar, para transformarse en escenario de palabras. No esperaba la redención con ellas, ni tampoco un marasmo de certezas añadidas a lo que ya sabía. Tan sólo dejaría que se hiciesen dueñas de cada momento, entregado a la necesaria ocurrencia de que habría de amanecer…

martes, 28 de mayo de 2013

Funambulista

A veces imagino que te quedarás conmigo,
y eres un instante de todas las cosas que me rodean,
el olor último en mi almohada, los poemas que nunca
ganarán concursos y sin embargo descerrajan tu corazón,
las manos furtivas en un rellano, la lluvia imperceptible adentrándose
en la tierra, algunos de mis miedos.
A distancia me siento a tu lado, como cada tarde en un parque
de cemento de 5 a 6, mientras te preguntas por qué estás sola
y si nunca se acaban los naufragios a esta orilla del mar,
cuando al otro lado de la costa, donde miran tus ojos,
ningún barco te espera para detener el tiempo.
Esto es la vida, te digo, vengo de sus entrañas
y allí no queda nada sino tu fantasma y el umbral de cenizas
apagándose. Y es entonces tu abrazo sin memoria, estremecido,
de proporciones monstruosas, todos mis sentidos.
Como un funambulista entre dos mundos, sin vértigo,
salto al vacío y elijo tu frontera.