…La noche más larga se fue adentrando en mí con la precisión de un bisturí de cirujano, e irremediablemente, el latigazo de la memoria ahuyentó al fin todo el pesar, para transformarse en escenario de palabras. No esperaba la redención con ellas, ni tampoco un marasmo de certezas añadidas a lo que ya sabía. Tan sólo dejaría que se hiciesen dueñas de cada momento, entregado a la necesaria ocurrencia de que habría de amanecer…

jueves, 26 de enero de 2012

Proposiciones

Espera, no te marches aún,
He decidido que voy a ser
el hombre de tus días,
antes de que esta ciudad
y esta noche nos convierta
en piedra.
Llenaré tu vida de cenas para dos,
te leeré los versos de García Montero
que tanto me gustan,
y veremos en el sofá una de mis favoritas,
El amor en los tiempos del cólera.
Trataremos de llegar al final,
abrazados si quieres.
Prometo no dejarme ir
más allá de lo sensato…
Pero no te vayas todavía,
no hasta que se aclare este desorden
del tiempo y la distancia,
y el enigma truncado de tus labios
quede en mi beso por siempre.

sábado, 21 de enero de 2012

Piel

Frente a la ventana,
tus hombros desnudos
asidos a mis manos.
La lluvia hacía su trabajo,
reteniéndote.
Pero en tu silencio
supe que ya no volverías.
Y el tacto se volvió zozobra.
Lo malo de las despedidas
es el sabor a nada de los besos.
Las razones de la ausencia
se fraguan lentamente,
en inventario de palabras
no dichas.
Y hay un rastro de poros abiertos
que reclama ser religión desde
tu cuerpo,
ese enigma no resuelto de la adicción
a la piel.

viernes, 20 de enero de 2012

Como ellos

Ser como ellos.
Abrazar a los ídolos invasores y obtener su gracia,
domesticando la rabia de todos los siglos.
Tomar la palabra en nombre de mí mismo,
y olvidar a los que no tienen rostro ni alma.
Pensar como ellos.
Coleccionar sonrisas de espanto y hiel que disfracen
la mueca de la indignación.
Alimentar el odio contra la indigencia digna,
y reverenciar el cáliz de los poderosos.
Vivir como ellos.
Amar el arte que oculta las grietas de los monasterios,
despreciando la belleza indómita del suburbio.
Simplificar la vida en la ecuación tener para ser,
y morir sin haber atrapado un solo sueño.

viernes, 6 de enero de 2012

Raíces

Duermen los niños. Sus ilusiones vencidas por el sueño frágil,
a la espera de un amanecer envuelto en celofán y deseos.
Mi hijo duerme también, en algún lugar tras el mar,
su corazón pequeño, agitado y poderoso.
La soledad se siente más turbia a miles de kilómetros de ti,
guerrero indómito de tu propia fábula.
No hay espacio que no llene este silencio en que no estás,
ni espera que lo apacigüe.
Corre, vuela, mestizo de alma transparente,
abraza la tierra fértil que un día germinó en ti.
Niño de viento y luz, dos mundos te contemplan
y creces a la vera de ambos, sorbiendo a tragos la vida
que te espera.