…La noche más larga se fue adentrando en mí con la precisión de un bisturí de cirujano, e irremediablemente, el latigazo de la memoria ahuyentó al fin todo el pesar, para transformarse en escenario de palabras. No esperaba la redención con ellas, ni tampoco un marasmo de certezas añadidas a lo que ya sabía. Tan sólo dejaría que se hiciesen dueñas de cada momento, entregado a la necesaria ocurrencia de que habría de amanecer…

martes, 15 de febrero de 2011

Conoce a tu enemigo

Una persona que para nada es sospechosa de alimentar prejuicios xenófobos, me envió un correo hace tiempo donde mostraba su miedo y preocupación ante las "amenazas del Islam". En el email se pueden observar fotos de manifestantes musulmanes en una ciudad occidental -quizá Londres-, con pancartas de corte amenazante o retador hacia el mundo occidental que tan compasivamente les acoge.
Fijándome detenidamente en los carteles, me doy cuenta de que todas las pancartas tienen el mismo tipo de letra, el mismo trazo. Como si alguien hubiera estado jugando con el photoshop y tal vez cambiado el contenido real por otro que provocara rechazo e indignación en cualquiera que las viera...Quizá en esos carteles se pedía trabajo, respeto, dignidad, tolerancia, paz entre culturas. Peticiones, a todas luces, políticamente incorrectas. Es sólo una hipótesis, pero yo espero cualquier cosa de aquellos que nos "protegen" a toda costa...La industria del miedo no se para, hay mucho dinero en juego.
¿Y si yo estoy equivocado y fueran reales esos carteles con sus consignas? Radicales, iluminados... hay en todos los bandos. Unos se adhieren explosivos en el pecho y creen que así llegarán al paraíso, y otros lanzan bombas desde sus B-52 en nombre de Dios. Sigo pensando que la religión, cualquier religión nos esclaviza y nos enfrenta al otro, a cualquier otro.
Yo podría mostrar fotos que ahora vienen a mi memoria, fotos de misiles Patriot que se lanzaron sobre Bagdad en 1991 con el mensaje escrito "We´re hunting" –estamos cazando-; o peor aún, niños israelíes alentados por sus padres y los soldados para que escriban mensajes de odio en los proyectiles que más tarde destruirán las vidas de otros niños palestinos.
Occidente, presa de su etnocentrismo más endemoniado, siempre nos mostrará la cara más sucia del enemigo que, nos dice, amenaza nuestras vidas, nuestras propiedades, nuestras democracias. Pero en el fondo, ese rostro no es más que su reflejo paranoico. Nuestra mal llamada civilización se alimenta del miedo. Miedo a conocer, miedo al diferente, miedo al que pide, miedo a los que dan sin pedir nada...Miedo a pensar.
Mi enemigo no es aquél que se escuda tras una pancarta agitando sus ideas o pensamientos, mi enemigo es el que quiere hacerme creer que estoy en guerra con otros seres humanos porque no piensan como yo.

lunes, 14 de febrero de 2011

Inventario 2

Un sillón director que se desintegra, un cerco de ruido, una despedida sin palabras, un calendario perpetuo, nuevas certezas, viejos miedos, una cuenta atrás, frío al amanecer, el tiempo para qué, un depósito en reserva, nuevos libros de Kenzaburo Oé, anhelos de revolución, ni un ya le llamaremos, una alfombrilla de ratón con diez años de clicks, barba de cuatro días, rutinas para no pensar, una nostalgia estéril, la deriva de los días, una enmienda a la totalidad de nada, paisajes y personas, una contabilidad decreciente, el paso de las horas, un punto de inflexión en paradero desconocido, el lamento de un perro encerrado, y ahora, por fin, el silencio agazapado.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Crisis (Tocando fondo)

Tocando fondo en las calles, en los barrios, en las soledades a duermevela. Ladran los perros del amanecer, la tristeza de la gente les hace fuertes. Nos han condenado al desencanto, al invierno sin medida. Asesinos de primaveras, ladrones del mañana, en vuestro silencio está la sentencia, no habrá absolución para los que hipotecaron sonrisas y sueños. Nos convidan a no soñar, releguémosles al olvido hasta donde alcance la memoria.