…La noche más larga se fue adentrando en mí con la precisión de un bisturí de cirujano, e irremediablemente, el latigazo de la memoria ahuyentó al fin todo el pesar, para transformarse en escenario de palabras. No esperaba la redención con ellas, ni tampoco un marasmo de certezas añadidas a lo que ya sabía. Tan sólo dejaría que se hiciesen dueñas de cada momento, entregado a la necesaria ocurrencia de que habría de amanecer…

jueves, 28 de febrero de 2013

Ola de frío


Nieva en la ciudad que aún no te he mostrado 
y las alcantarillas hierven de tristeza.
Hay inviernos que se nutren de abrazos necesarios,
anticipan el temblor de los amantes
entre adoquines viejos, desahucios y miseria.
Es extrañamente hermosa esta forma decadente
de supervivencia, cosmopolita redención de viajeros
suburbanos en busca de miradas desconocidas,
corazones en alerta para suavizar el peso de los días
que acaban siempre en lunes, deseo latente
de una huida que termina inevitablemente en ti.
Volveré a esas calles de tu mano, sin odio, anunciando
la patria nueva que me has revelado desde tu cuerpo,
y vagar sin rumbo ya no será un fenómeno inexplicable
de tiempos pasados, sino esperada absolución
para los años terribles de frío, nieve sucia y zapatos mojados
en andenes que no llevaban a ninguna parte.
Ven conmigo, te protegeré del viento glaciar de la vida,
es hora de encontrar sentido al camino.

martes, 19 de febrero de 2013

Será


Será que esta lluvia intermitente no ceja en su afán
de recordar que somos invierno. Será que la luz mínima
de la habitación dibuja tu sombra definida o la belleza extraña
del desorden del amor. Será que cayeron meteoritos
y yo miraba al mar de noche en un viernes de calma, mientras
otros rezaban por sus vidas. Será que temblé de frío y tristeza
ante una ventana, y nadie más que tú podía rescatarme de la pesadilla
para transformarla en sueño. Será que este día se perdió
en el espacio interminable de tu ausencia y ningún mago o profeta
te pudo traer de vuelta cuando más te necesitaba.
Será que el noticiero habló de mí como un número más
de muchos que eran hombres y ahora son fantasmas.
Será que mis manos se quedaron con el molde de tu cuerpo
y no comprenden otro tacto que no sea el tuyo. Será la muerte,
que siempre camina a mi lado, para advertir de la insignificancia
de mi nombre. Serán las despedidas sin besos en la boca, o la soledad de
una autopista de vuelta a mi casa vacía, o este pelo desordenado por el viento.
Por eso, mientras todo sucede, sólo soy lo que ves, un tipo
y sus circunstancias, a veces acorralado y herido, y en ocasiones brillante
y embaucador, que se distingue del resto de individuos
por ser el que te ama hasta donde no llegan las palabras.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Te extraño


Es más de medianoche, no comprendo dormir
sin tu cuerpo, y vuelvo a rastrear el insomnio en
espejos que devuelven lo poco que les doy.
Qué tiempo ha pasado entre nosotros,
si aún creo oler tu piel en mi almohada,
cuántas lunas heridas debo contar hasta el alba.
Bajo una luz tenue, el reloj desgrana en silencio
la infinidad de horas, todos mis pensamientos
se vierten en ti, y no sé qué océano cruzar
esta noche para que te sientas mía.
Sólo tú has besado mis ojos en su visión más triste,
conoces la frontera en que me juego la vida
y nuestras voces han hablado al abrigo de caricias.
Ha de amanecer, iré a buscarte con mi mejor sonrisa
y no te contaré sino que todo fue un mal sueño,
que alargué mi mano y era yo quien seguía
aferrado a tu cintura, extrañamente feliz.