…La noche más larga se fue adentrando en mí con la precisión de un bisturí de cirujano, e irremediablemente, el latigazo de la memoria ahuyentó al fin todo el pesar, para transformarse en escenario de palabras. No esperaba la redención con ellas, ni tampoco un marasmo de certezas añadidas a lo que ya sabía. Tan sólo dejaría que se hiciesen dueñas de cada momento, entregado a la necesaria ocurrencia de que habría de amanecer…

sábado, 27 de octubre de 2012

Viajero


Reconozco estas calles, atisbos de felicidad antigua son la tregua
a la marejada de una ausencia interminable.
Avanza la perplejidad del otoño y me he quedado pasmado
en una mañana gris frente a tu puerta,
enumerando mil razones para conjurar el desaliento,
tu mirada anhelante e incisiva, el sexo que abrasa,
las palabras que te nombran, mi mano en tu vientre.
Demasiadas cosas se quedaron y tengo el paso lento del que vaga
buscando absolución en una mirada que significaba todo.
Ya no soy el merodeador de tu cuerpo, pero cada noche es mi abrazo
el delirio del deseo desterrado, sabiendo que me sientes.
De esta espera a perpetuidad, de esta senda soy viajero
hasta que tú digas mi nombre.