…La noche más larga se fue adentrando en mí con la precisión de un bisturí de cirujano, e irremediablemente, el latigazo de la memoria ahuyentó al fin todo el pesar, para transformarse en escenario de palabras. No esperaba la redención con ellas, ni tampoco un marasmo de certezas añadidas a lo que ya sabía. Tan sólo dejaría que se hiciesen dueñas de cada momento, entregado a la necesaria ocurrencia de que habría de amanecer…

jueves, 28 de marzo de 2013

Abrazo


Primavera en tu piel y cerco de besos en las horas 
sin sueño, me convierto a la fe ciega
de los que son felices en secreto,
posados labios en las comisuras de la perfección.
Deberías ser un icono publicitario, cien mil
almas que nos salven o el amor de los cuentos,
para que no dejes de mirarme y me recuerdes
temblando ante la gravedad de tus caderas,
y nunca tenga que escribir que te tuve
en ninguna forma pretérita o imperfecta.
Petrificar entonces tu sonrisa, y ser sólo tuyo
hasta los ochenta años, edad en que suelen
morir los poetas que gastaron su fuerza
en la búsqueda de la palabra absoluta,
cuando las cosas eran más sencillas, tan fácil como decir,
una mujer siempre regresa y yo la espero en su puerta,
y toda la verdad del mundo se resume en la curvatura
de su espalda a merced de mi abrazo.  

lunes, 11 de marzo de 2013

Razones


A veces, sitiado en la rutina y el desorden
de la distancia, inesperadamente revive el ímpetu
de tu beso en un malecón, cocina o garaje,
o me veo arrinconado contra la pared
por tu cuerpo desatado, y comprendo
que la vida sobreviene cuando nada esperas,
y hasta el filo de un papel puede provocar la herida
más profunda, un disparo a quemarropa en la sien
de los amantes, y de vuelta a la madrugada
que me deja sin sueños.
Di las palabras que me salvan, anuncia tu llegada
con ruido de tacones y miradas encendidas,
sé el boceto de mis dedos fértiles en una
penumbra perfecta.
Todas las razones caben en una sola:
nunca el invierno dejó tanto calor al amparo
de manos sobre piel, o la oscuridad fue
una excusa perfecta para habitar el deseo
en tu boca.