…La noche más larga se fue adentrando en mí con la precisión de un bisturí de cirujano, e irremediablemente, el latigazo de la memoria ahuyentó al fin todo el pesar, para transformarse en escenario de palabras. No esperaba la redención con ellas, ni tampoco un marasmo de certezas añadidas a lo que ya sabía. Tan sólo dejaría que se hiciesen dueñas de cada momento, entregado a la necesaria ocurrencia de que habría de amanecer…

lunes, 18 de junio de 2012

Desvelo


Otra vez me he sentado al borde de la cama, sin sueño,
deshabitándote en las horas y es de bronce tu imagen,
conservada en la retina del tiempo incomprensible.
Te diría que hubiese querido mirar la luna contigo,
su lado más oculto, y besar cada peca de tu cuerpo,
descubrir constelaciones en la piel. Así es mi debilidad
con los adioses, aunque no sea otoño ni vivas dentro
de las canciones que te nombran, y las sábanas
no guardaran el sudor de nuestros cuerpos anudados,
tan libres a los instintos y exultantes de desvelo.
No comprendo esta libertad nueva
que me lleva a digerir tu ausencia a duras penas,
hasta que me aferro a tus muslos imaginarios
y vuelvo a estar en ti, dentro de ti,
cual asaltante de sueños que se cuela en tu vida
y muere por besar los labios que ha sellado para siempre,
en pacto de silencio.

miércoles, 6 de junio de 2012

Si no te vuelvo a ver


Si no te vuelvo a ver y mantengo las promesas
que aniquilan la razón de mis sentidos,
si me aferro a la tristeza absoluta que ocultan nuestras manos,
enlazadas un instante por causa del silencio,
y escribo los versos definitivos que te hagan inmortal
y sueño inalcanzable, al fin.
Si ya no estoy de vuelta por tu barrio triste y populoso,
donde el sol nunca se detiene en tu ventana,
para yacer una vez más entre tus piernas, ebrio de deseo
en el tiempo de la erizada piel.
Y la ternura por tus hombros deja paso al monólogo sin respuesta
de un canto febril y reincidente,
reflejo de espacios habitados por simulacros de felicidad.
Si es así porque no hay otra manera de amarte,
es bienvenida esta cadencia de recuerdos que me arrastran
al lado más desierto de la habitación, donde no habitas
ni serás más amor en cuerpo y alma, aunque duela
cada segundo y no amanezca sino en sueños.

sábado, 2 de junio de 2012

Si te vuelvo a ver


Si te vuelvo a ver una mañana en una ciudad cualquiera,
cerca de la avenida que da al mar o sorteando coches y rutinas,
sentada en el parque mientras juegan los niños, tal vez regando flores
en un balcón pequeño. 
Si eso sucede quizá me sonrías, como entonces,
y no sepa qué hacer con las manos ni con las palabras,
aunque recuerde tu nombre y esa mirada felina de superviviente
en un reino de sombras como transeúntes,
que se olvidó de nosotros en el momento más duro,
cuando la certeza del deseo sacude como un disparo
y todo pasa demasiado tarde o nunca es suficiente.
Si vuelvo a verte entonces, esa mañana,
deja que mire hasta el final de tus ojos
y siembre de dudas cada rincón de tu vida.
Que tu puerta no se cierre hasta que yo me haya ido
o me guarde tu respiración por siempre.