…La noche más larga se fue adentrando en mí con la precisión de un bisturí de cirujano, e irremediablemente, el latigazo de la memoria ahuyentó al fin todo el pesar, para transformarse en escenario de palabras. No esperaba la redención con ellas, ni tampoco un marasmo de certezas añadidas a lo que ya sabía. Tan sólo dejaría que se hiciesen dueñas de cada momento, entregado a la necesaria ocurrencia de que habría de amanecer…

sábado, 2 de junio de 2012

Si te vuelvo a ver


Si te vuelvo a ver una mañana en una ciudad cualquiera,
cerca de la avenida que da al mar o sorteando coches y rutinas,
sentada en el parque mientras juegan los niños, tal vez regando flores
en un balcón pequeño. 
Si eso sucede quizá me sonrías, como entonces,
y no sepa qué hacer con las manos ni con las palabras,
aunque recuerde tu nombre y esa mirada felina de superviviente
en un reino de sombras como transeúntes,
que se olvidó de nosotros en el momento más duro,
cuando la certeza del deseo sacude como un disparo
y todo pasa demasiado tarde o nunca es suficiente.
Si vuelvo a verte entonces, esa mañana,
deja que mire hasta el final de tus ojos
y siembre de dudas cada rincón de tu vida.
Que tu puerta no se cierre hasta que yo me haya ido
o me guarde tu respiración por siempre.

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