Un sillón director que se desintegra, un cerco de ruido, una despedida sin palabras, un calendario perpetuo, nuevas certezas, viejos miedos, una cuenta atrás, frío al amanecer, el tiempo para qué, un depósito en reserva, nuevos libros de Kenzaburo Oé, anhelos de revolución, ni un ya le llamaremos, una alfombrilla de ratón con diez años de clicks, barba de cuatro días, rutinas para no pensar, una nostalgia estéril, la deriva de los días, una enmienda a la totalidad de nada, paisajes y personas, una contabilidad decreciente, el paso de las horas, un punto de inflexión en paradero desconocido, el lamento de un perro encerrado, y ahora, por fin, el silencio agazapado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario