…La noche más larga se fue adentrando en mí con la precisión de un bisturí de cirujano, e irremediablemente, el latigazo de la memoria ahuyentó al fin todo el pesar, para transformarse en escenario de palabras. No esperaba la redención con ellas, ni tampoco un marasmo de certezas añadidas a lo que ya sabía. Tan sólo dejaría que se hiciesen dueñas de cada momento, entregado a la necesaria ocurrencia de que habría de amanecer…

lunes, 31 de enero de 2011

Reality bites

Domingo de balances y certezas, volvió la lluvia acompasada al sueño de la memoria, he decidido que no volveré a medir el tiempo en semanas, ni en recuerdos, ni en propósitos. Todo ello me vuelve gris y pequeño, me distrae del deambular cotidiano por este entramado que es la vida, a veces cambiante y difuso, otras certero y clarividente.
Leo un correo reenviado en el que Pérez Reverte se plantea la posibilidad de que todos –menos él- seamos idiotas. Reconozco cierta animadversión hacia este personaje, aunque indagando en sus razones rápidamente las hago mías y me reconozco como un idiota del otro bando, que aún piensa que cientos de miles de iguales dirán “basta”, que volverán los claveles a taponar cañones de fusiles que no son del pueblo, que haremos temblar los cimientos de la gran farsa.
¿A dónde va toda la información, qué hacemos con ella ahora que todavía somos libres? En Egipto tiemblan hasta las pirámides en estos días de rebelión popular contra Mubarak, leí en alguna parte que este iluminado lleva 33 años en el poder por obra y gracia de sí mismo. Curioso…,¿no son algunos años más los que el Borbón anda reinando a sus anchas por la piel de toro? Anteriormente fue Túnez, Argelia prepara grandes movilizaciones en los próximos días…El nexo común de todas estas muestras de inteligencia colectiva y pasión por el porvenir es el desencanto. Y aquí, ¿qué se cuece?
Algo pasará…subirá la luz, la gasolina, la melancolía, los despidos, el número de mujeres maltratadas, los sueldos de los políticos, la hipocresía, los años de cotización para una pensión de mierda. Bajará el deseo, la combatividad de los sindicatos, los subsidios, los planes de futuro, los derechos por los que tanta sangre se perdió, la dignidad de los invisibles.
Algo tiene que pasar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Este mundo camina hacia un camino sin luces, solo queda tener esperanza y esperar lo inesperado.

Tus palabras han sido profundas, me ha gustado.