Abrazar a los ídolos invasores y obtener su gracia,
domesticando la rabia de todos los siglos.
Tomar la palabra en nombre de mí mismo,
y olvidar a los que no tienen rostro ni alma.
Pensar como ellos.
Coleccionar sonrisas de espanto y hiel que disfracen
la mueca de la indignación.
Alimentar el odio contra la indigencia digna,
y reverenciar el cáliz de los poderosos.
Vivir como ellos.
Amar el arte que oculta las grietas de los monasterios,
despreciando la belleza indómita del suburbio.
Simplificar la vida en la ecuación tener para ser,
y morir sin haber atrapado un solo sueño.
2 comentarios:
¡Me ha encantado!
Para mi, uno de los mejores.
Gracias...
Publicar un comentario