…La noche más larga se fue adentrando en mí con la precisión de un bisturí de cirujano, e irremediablemente, el latigazo de la memoria ahuyentó al fin todo el pesar, para transformarse en escenario de palabras. No esperaba la redención con ellas, ni tampoco un marasmo de certezas añadidas a lo que ya sabía. Tan sólo dejaría que se hiciesen dueñas de cada momento, entregado a la necesaria ocurrencia de que habría de amanecer…

sábado, 15 de septiembre de 2012

Astillas


He visto eclipses en tus ojos que ocultaban el sol,
y peces amarillos chocar contra el cristal, audaces y atormentados
como el Capitán Nemo y su nebulosa fantasía.
No digas que todo fue mentira, de ti aprendí lo elemental y necesario.
La respiración serena y el olor de la mañana, el valor de una caricia,
el tiempo limitado que nos queda para amar.
Te quedaste en cada poro de mi piel, huellas precisas y definitivas
trazaron el mapa de tu ausencia.
Astillas, mi corazón de astillas y vísceras se precipita a la noche,
y septiembre avanza hacia el otoño sin ti, en tibios recuerdos
conservados como un último beso en los confines de la vida.

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