Días de necesario silencio, ventanas cerradas ante el estruendo de un espíritu que todos nombran y yo no puedo ver. En mi castillo susurros de jazz para conjurar algún villancico oportunista de un vecino con ganas de restregarnos su alegría o quizá sus miedos –Dexter Gordon al rescate, con su “Until the real thing comes along”…clarividente.-. Y voy tachando fechas del calendario, otro año más, qué nos dejó y qué se ha llevado, siempre el balance y el anhelo de lo venidero, asidos al sueño de Ítaca navegamos, si no vienes serás mi norte, y si estás, a la deriva de tu cintura soy viajero en caminos de invierno.
Nunca prendió la llama en el fuego amigo de la noche en que partimos hacia el porvenir, a qué distancia quedó del siempre, pólvora mojada de un fogonazo en la espalda que anunciaba el renaissance de moi en vous, y más música, “en tu silencio habita el mío, y en alguna parte de mi cuerpo habitó un trozo de tu olor…”.
1 comentario:
Tu nueva era empieza ahora...precioso.
" En tu silencio habita el mío, y en alguna parte de mi cuerpo habitó un trozo de tu olor.."
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