…La noche más larga se fue adentrando en mí con la precisión de un bisturí de cirujano, e irremediablemente, el latigazo de la memoria ahuyentó al fin todo el pesar, para transformarse en escenario de palabras. No esperaba la redención con ellas, ni tampoco un marasmo de certezas añadidas a lo que ya sabía. Tan sólo dejaría que se hiciesen dueñas de cada momento, entregado a la necesaria ocurrencia de que habría de amanecer…

jueves, 9 de diciembre de 2010

Lo que dio de sí el puente

Goteras encima de mi cama, una muerte esperada pero irreconocible en el entorno de alguien terriblemente cercano, el silencio previsto, la primera conversación con mi hijo sobre chicas, comida casera, dos sueños inconfesables de una tacada, una extorsión a Vodafone -el cliente siempre tiene la razón-, incertidumbre e impotencia en el Sahara, viento, un arco iris majestuoso, el dichoso Atleti, el runrun de la lavadora, la cicatrización de una herida visible y la metástasis de otra invisible, la aceptación del invierno desde mi ventana, táctica y estrategia, el cerco de la Navidad y sus muñecos trepadores en los balcones, el viaje a ninguna parte (Bunbury), el desorden de tu nombre (Millás) y la tentación de existir (Cioran).

1 comentario:

blackandwhiteangel dijo...

Ese majestuoso arcoiris también lo vi.....y me dejo entreveer que algo maravilloso estaba por venir. No dejee de mirarlo por bastante tiempo mientras me encaminaba hacia el cole...