…La noche más larga se fue adentrando en mí con la precisión de un bisturí de cirujano, e irremediablemente, el latigazo de la memoria ahuyentó al fin todo el pesar, para transformarse en escenario de palabras. No esperaba la redención con ellas, ni tampoco un marasmo de certezas añadidas a lo que ya sabía. Tan sólo dejaría que se hiciesen dueñas de cada momento, entregado a la necesaria ocurrencia de que habría de amanecer…

jueves, 20 de diciembre de 2012

Los días


Hoy es jueves y subo la pendiente de los días, con humor indefinido
voy sumando fechas a mi calendario, apremia el tiempo de balances
y hace meses que el invierno se anuncia en breves atardeceres
con sabor a salitre, fría arena y estremecimiento.
Me ofrecen lotería, yo sonrío con la suficiencia de los escépticos.
Cómo explicar que mi suerte eres tú, que compré un boleto
con tu nombre, y nos estamos jugando la eternidad en nuestros labios.
Ando en fianzas con el amor, puedo pagar en versos, te pregunto,
y tú me miras con un silencio cálido que se abraza al mío.
Qué lentos son los días en que te espero y no llegas, qué confusión
de palabras nos conduce al desvelo de los sueños.
Entre aullidos de perros y urgentes sirenas adivino otras vidas,
gente que pasa de puntillas a nuestro lado y no nos reconoce.
Pero tú y yo nos hemos visto reflejados en mareas, en miradas extensas
y en sábanas de las noches más largas. Eres mi paisaje y te amo.
Soy el hombre que aguarda la textura de tu cuerpo,
y mis ojos centellean con instinto de pantera cuando caminas.
Apostado en cualquier lugar por el que pases, sin motivo aparente
para el resto del mundo, voy a asaltar tu alma a besos,
hasta el último confín de piel y deseo.

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