…La noche más larga se fue adentrando en mí con la precisión de un bisturí de cirujano, e irremediablemente, el latigazo de la memoria ahuyentó al fin todo el pesar, para transformarse en escenario de palabras. No esperaba la redención con ellas, ni tampoco un marasmo de certezas añadidas a lo que ya sabía. Tan sólo dejaría que se hiciesen dueñas de cada momento, entregado a la necesaria ocurrencia de que habría de amanecer…

miércoles, 30 de enero de 2013

Orilla


Quiero volver a dibujar ese momento,
la noche extendida a nuestros pies
y tus senos alzados y tersos sobre mi cuerpo
ocupándolo todo, devorando oscuridad.
Me acostumbro a este olor nuevo que dejas
en mi piel y en las cosas que amo y me poseen,
inventario de canciones, cuadernos y mañanas de sol.
He añadido a mis tesoros tu labio inferior
y esa mirada ferozmente tierna que devuelven
los espejos a tu paso, mudos y heridos
de belleza inalcanzable vislumbrada un instante.
En esta orilla desembarco al fin, sin zozobra
ni deriva, para sembrar  tu espalda de besos
y dejar libres los sentidos, abriéndome camino
en el insondable y eterno tránsito del amor.

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