…La noche más larga se fue adentrando en mí con la precisión de un bisturí de cirujano, e irremediablemente, el latigazo de la memoria ahuyentó al fin todo el pesar, para transformarse en escenario de palabras. No esperaba la redención con ellas, ni tampoco un marasmo de certezas añadidas a lo que ya sabía. Tan sólo dejaría que se hiciesen dueñas de cada momento, entregado a la necesaria ocurrencia de que habría de amanecer…

viernes, 19 de noviembre de 2010

Boca en la tierra (Vetusta Morla)

Como ésta ha sido una noche rendida a la poesía de Vetusta Morla, ahí dejo una letra inquietante y de belleza sostenida, para que cada cual la haga suya en mil reflejos.

Nos dejaron las balas
y un enjambre de abejas
ése fue su tesoro y una noche oxidada.

Nos alzaron en brazos,
descubrimos planetas,
nos creímos tan fuertes como héroes de guerra.

Y en mitad del relámpago llegó el mal de altura,
fuimos sed en el aire pero boca en la tierra.

Ahora alumbras las horas
con guiños que se escapan,
cubriendo el recuerdo con bandejas de plata.

Y nos echamos tanto de menos,
que nos da por despegar
en avenidas de pegamento, clavados por las rodillas.

Y en mitad del relámpago llegó el mal de altura,
fuimos sed en el aire pero boca en la tierra.

La antena está abierta esperando una señal,
la señal que no llega a esta sala de espera, es una eternidad.
Y el tesoro perfecto lo cubrió la tormenta,
con aviones cruzándose en la noche más negra.

Y en mitad del relámpago llegó el mal de altura,
fuimos sed en el aire pero boca en la tierra.

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