…La noche más larga se fue adentrando en mí con la precisión de un bisturí de cirujano, e irremediablemente, el latigazo de la memoria ahuyentó al fin todo el pesar, para transformarse en escenario de palabras. No esperaba la redención con ellas, ni tampoco un marasmo de certezas añadidas a lo que ya sabía. Tan sólo dejaría que se hiciesen dueñas de cada momento, entregado a la necesaria ocurrencia de que habría de amanecer…

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Breve apunte para un miércoles

La vida es una carrera de horas, de días por venir, esperando que algo excepcional suceda y dé sentido a la inexplicable existencia. Y de cómo lo increíble se hizo realidad -frase prestada de Bohumil Hrabal y su magnífico Yo que he servido al rey de Inglaterra-, nos vamos nutriendo en la batalla diaria, soñando con relojes detenidos, penumbras, manos delimitando espaldas y nucas, poco que decir y mucho que sentir.
Mientras, el mundo gira ajeno a toda la marea de emociones que atraviesan el umbral de lo posible, y yo paso de puntillas por él repartiendo sonrisas a los que no me conocen, un pequeño tributo de agradecimiento por los seres maravillosos que sí se detienen en mí, mostrándome caminos ciertos.


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