…La noche más larga se fue adentrando en mí con la precisión de un bisturí de cirujano, e irremediablemente, el latigazo de la memoria ahuyentó al fin todo el pesar, para transformarse en escenario de palabras. No esperaba la redención con ellas, ni tampoco un marasmo de certezas añadidas a lo que ya sabía. Tan sólo dejaría que se hiciesen dueñas de cada momento, entregado a la necesaria ocurrencia de que habría de amanecer…

lunes, 22 de noviembre de 2010

Inventario

Cuarenta años, setecientas películas, unas botas de motorista que me aprietan, el recuerdo de una perrita, dos mil fotos en una caja que nunca abro, unos poemas que me escribía una musa de principios de siglo, un saxo de guadua, una guitarra abandonada, siete libros del Che Guevara, dos pulseras que amo, muchas palabras pendientes, un hijo reparador de sueños, un ajedrez de madera de naranjo, el beso de Klimt, innumerables canciones, propensión al silencio, ningún tatuaje, mil motivos para no dejar de ser minoría absoluta, un amigo que se muere, manos finas, cien kilómetros diarios, Are you going with me de Metheny en la memoria, nombres a los que ya no puedo poner rostro, la discografía de Silvio, un pelo desordenado, algunas encrucijadas no resueltas, una camiseta del Atleti, vistas al parque, obsesión por la ortografía, cerveza en la nevera, vino para perdurar momentos y curiosidad por el devenir.

3 comentarios:

violetazul dijo...

No puedo imaginar mejor equipaje!

Blackandwhiteangel dijo...

Tanto por entregar,sembrar y recoger!!

Esther Pérfida dijo...

Propensión al silencio???? Pero si piensas en voz alta!!!